Thursday, February 19, 2009

carta abierta a Jack Duluoz

Tengo tanto miedo
tanto
that I write, write, write
y trato de decir lo que veo y entender
el lugar donde descansa y se educa mi cuerpo

quisiera ser un escritor
pero no quiero sufrir como ellos.

Jack Duluoz:
(o Sal Paradise, o Leo Percepied, o Jack Kerouac)

Ahora que lo pienso, no eras tan inteligente como decías en Vanity of Duluoz. Durante los 70 hubo una explosión de Jazz que no te imaginas. Carla Bley, que luego lanzaría “Looking for America” un titulo muy propicio con tu literatura, edita en el 71 un discazo llamado “Escalator Over the Hill”, una verdadera explosión de Bop, free y sarcasmo, además de una gran épica a lo film noir como tu entiendes mejor que yo, siendo tu Americano y yo Chileno y ávido ocioso de las salas de cine en Massachussets y New York (te llamo Americano solo por que te quiero, de otra forma te mandaría a tomar por culo). Además, siendo tú Francocanadiense deberías haber tenido la oportunidad de escuchar todos los discos de las joyas de Futura: Jacques Thollot y Berrocal principalmente, editados durante la década del 70 y que ahora, durante la década del 2000, que está por acabar, son revitalizados, reeditados, comentados y valorados sobre manera por su característica innovadora (“and you can’t believe that bop is here to stay”). Esa deriva de piano sobre texturas de un sentimiento irreconocible que traza Thollot en su Mahagony Extraits sirve para llenar y transcribir todos mis días de mediocre Santiaguino y si tu las escucharas entenderías ahora donde vivo y por que siento lo que siento, lo del poema que antecede a esta carta abierta. Entonces cuando escuchaste ese sonido nuevo que le atribuiste a Monk, a Parker y a Gillespie y dijiste lo habían heredado de Lester Young estabas siendo bastante inteligente (vivaz, ojos abiertos porque eso estaba sucediendo ahí, en aquellas calles que acaban todas en el mar, y tu fuiste uno de sus principales cronistas, esa música sonaba en tus bares porque ellos eran los músicos contratados para entretener a los tuyos mientras ustedes se masturbaban con la poesía y eso es una suerte que no entiendes) pero no tan inteligente como para calcular que la libertad se expande hasta la destrucción, y que la música de tus ciudades sería transformada en una especie de épica casi impalpable que si que saca lagrimas y que ahora si es un caos incontrolable y feroz (como aquellas veces que querías volverte negro y trabajar el algodón porque sabías que no podrías hacerlo con tu cuerpo y tu temple, a pesar de los años de fútbol americano y la marina Americana). Entonces borrachin desmedido, te perdiste todo el Free Jazz de los 70 y el Avant Garde (supongo escuchaste a John Cage alguna vez), además del rock Alemán alias Krautrock que tu gran barcaza Dorchester y todos tus contribuciones en la segunda guerra mundial ayudaron a forjar. Por otra parte Sal, tienes suerte de no haber observado a tu país convertirse en el gran odiado de la Tierra. ¡Ahora dicen que todos sus guerras fueron calculadas y que la guerra en la que tu participaste, en ella tu país financiaba ambos bandos para beneficiarse económicamente! ¿Qué piensas de ello?. Pero bueno, quedémonos con la música y sí, tienen músicos que te sobrevivieron y que realmente evocaron la libertad de una forma epiléptica, como hablaba tu gran amor Cassady ¡Wow, Hey, Look at There! todo eso con notas de saxo, olvidando los respetos clásicos e incluso aquellas innovaciones de tus próceres del Bop. Es que después tuvieron a los panteras negras y ahora su presidente es negro. Lo has logrado Jack, tu prosa ha sido oída por las masas y para divertimento del resto del mundo han puesto un negro de presidente. ¡El Jazz al poder! Te cito cierto poema de un disco editado mientras vivías creo “We want poems that kill, black poems, poems like fists beating niggers out of jobs”. Pero tu país y el mío a la sombra del tuyo se han convertido en un gran amasijo irreconocible de contracultura institucionalizada y ya nadie sabe realmente leer tus libros. Imagina que la primera vez que leí On the Road lo hice en español con una traducción de Barcelona. Fije, Chute, Jodidos, todas esas palabras graciosas. ¡Pero no estaba recibiendo ese sonido que yo se silbabas y cantabas y BOP en tus párrafos inmensos, libres y geniales! Ahora te leo en inglés como corresponde, y cada vez siento que fuiste un imbecil por no sobrevivirte a ti mismo (y eso que en Big Sur lo atisbaste) para poder comparar y encontrar el verdadero homologo de tu literatura que no era el Bop sino el Free Jazz, o por lo menos para disfrutar de aquellos negros esquizofrénicos que salían golpeados de sus bares por malograr los saxos y los pianos. Y yo hubiera viajado a América por gusto, ahora no piso esa tierra ni aunque me deporten. Perdona Jack por hablar tan mal de tu país, es que verdaderamente ha opacado toda la historia del mío, vieras a los jóvenes que aquí se reúnen, toda una iteración penosa de los hipsters Americanos y algunos bosquejos mayores de Manchester el antiguo imperio pero no esa ciudad de barbudos amables, ese Liverpool con el que soñabas mientras cruzabas el Atlántico. Y entonces solo me queda respetar a tipos como tú que sinceramente nunca se rindieron a encontrar su verdadera nacionalidad y entender realmente el suelo que pisan y así, respetuosos de los propios estereotipos de tu país, recorriéndolo para encontrarse con esas figuras tan comunes que han sido empañadas por el vox populi y exportadas como carne animal. Yo estoy aquí en Santiago de Chile tratando lo mismo, pero es realmente difícil Jack. ¿Qué me dices al respecto? tendrías que darme algún consejo gran borracho, gran Halcón. Esta ciudad es tan irreconocible como los imitadores de Parker. Pero algo palpita al fondo de ella, en los ríos cruzados por grafittis y avenidas, en la gente en su hermetismo y su falta de caridad, en el comercio ilegal y las drogas, hay algún Santiago que tendrá un calificativo que ya encontraré, espero, y luego un Chile que será un verdadero sentimiento y luego el sentimiento de habitar todo el mundo y por fin comprender. Bueno Jack, quería agradecerte y también retarte un poco por imbécil y paranoico así como aquí me reta Martín y como yo trato de retarme para no seguir cagándola. Tus amigos fueron muy condescendientes y está bien, ustedes forjaron lo que ahora llamamos libertad, ¿Pero tenían que habitar el exceso? Bueno, yo ya no creo en Jesús como tú, así que no voy a moralizar tus actos ni nada. Solo un saludo trans.temporal si acaso eso es posible, una carta abierta es un genero literario y tu Jack ya no estás vivo y te volviste un personaje, la leyenda de Duluoz, escritor, navegante, jugador de fútbol y borracho, como corresponde a los hombres de fantasía que habitan mi cabeza.

Alberto Parra, Santiago 19 de febrero de 2009