Sunday, March 21, 2010

what is this all about?

Las cosas suceden bastante simples. Cierras los ojos y piensas en alguien, y luego solo puedes pensar en ese alguien. Y luego cierras los ojos pensando en otra persona y dices – este es un ángel – como todo hay que venerarle. Una fotografía cubre lo que puedo ver y tengo que pedirme turnos para comprender lo que quiero ver, que no tiene nada que ver con lo que quiero ver realmente. Siempre existe el deseo y yo lo he visto mutilar las horas (cuando las recuerdo pasar) pero también fragmentarlas y superponerlas y verlas como ellas, como una polillita cruzando una pieza, noble gajo en el tiempo, tan apropiadas y de repente tengo nombre, de nuevo, bautizado, un brillo; el dolor. Es simple que todo conviva en la muerte, porque desde ahí el gran eterno paradigma del deseo. No hay otra cosa que pueda ver. Y escribir sin metodología sin disciplina –soy lo único que existe – tan seguro de ello como de rodillas, realmente rozándolo. No hay autentica amistad que resista a esta realidad. Negando. Solo. Pidiendo a gritos la iluminación.

Saturday, January 30, 2010

R
O
A
D

I
S

L
I
F
E
.

Se busca lo que no se haya en el corazón
- metonímico -
¿Quién dijo músculo idiota?
¿Quién se deja atrás?
los cabellos de Huidobro, cada uno pensaba una cosa distinta
¿Qué hay detrás, Alberto?
el flujo es Norte, ojalá se encause
lo absorbido
por los agujeros negros
llamados contra la salud y la amistad
los agujeros negros
como victimas de la retrospección
los agujeros negros como la jaula de hierro
por lo cual uno nunca haya poesía

(((amigos poetas de preferencias travestis)))

Hay un vistazo al continente que permite la distancia
del hombre y su geología
ahí la muda desnudez
silenciosa por vacío que lo fagocita:
se explora la posibilidad de la vida
como ejercicio de la razón
pero el polvo también muere, y las constelaciones de azotes marinos sobre la arena
también mueren
todo oquedad en el ojo
sobre la atalaya
todo repentinamente incompleto
y
relativo.

therefore...

R
O
A
D

I
S

L
I
F
E
.

Tuesday, October 13, 2009

message from Vega

Friday, September 25, 2009

Vuelvo al presente con un suspiro cansado. Habrá cada vez menos animales exóticos y bellos. El gato mexicano sin pelo ya está extinguido. Los pequeños gatos salvajes de poco más de un kilo de peso tan fáciles de domesticar son almas en pena, errantes, cada vez más escasos y lejanos, a la espera de la mano humana que nunca llegará, frágiles y tristes como un barco de hojas muertas botado por un niño en el estanque de un parque. O los murciélagos fosforescentes que salen una vez cada siete años para llenar el aire de imposibles derroches de perfume... llamadas melodiosas, distantes de los colugos filipinos voladores... las selvas tropicales de Borneo y Sudamérica están desapareciendo... ¿para dejar sitio a qué?

William S. Burroughs

Wednesday, September 23, 2009

cóndor

a JP


Hace tiempo, indeterminado por la distancia entre los sueños y la realidad decadente, fuimos animales habitando el espíritu de indígenas precolombinos. Fuimos signo y victoria del trabajo, y ahí la moral hacía su extraño sentido sobre los hombres y nosotros despertábamos su furia porque era nuestra disposición, hacer metáfora entre nuestros vuelos y sus pies recortando el vasto valle que crecía hasta las rodillas. Me gusta recordar cómo desde arriba, haciendo círculos y buscando el porvenir, me entregaba a la esperanza futura de un poeta menor que clasificaría mis intentos de rapiña como la posibilidad de una autentica Latinoamérica, que no es otra cosa que hablar del único lugar que le queda al mundo lejos de las atrocidades del arte moderno, los sonidos modulados y la proliferación de imágenes seductoras y productos innecesarios. Soy yo en un vuelo regular, no tengo recuerdos de mi nacimiento, altísimo Andes lo reconozco porque ahí abandonaré a mis hijos y les regalaré la verdadera libertad del orfanato. Recuerdo las invocaciones con fuego y los sacrificios humanos, y un humano transmutando en reptil que yo habría de coger en mis garras como los rituales de Alejandro el Macedonio para repetir en la historia del hombre las obstinaciones del poder, la liberación y el gobierno extendido como la única realidad palpable. Mañana será hoy y ayer estaremos recortando el viento a una velocidad inclasificable, viéndolo todo de la manera exacta, suceder y florecer como magnolias, ácaros y aromos; el cielo el lugar determinante; la fauna y su augurio de muerte, la respiración; la flora y su eternidad ligera y trágica, lo infame de llamarse tierra y padecer los estragos de la conceptualización de lo perpetuo, que es buscar la destrucción y luego su arrepentimiento tardío que subraya la poesía muda de la materia y la vida como valor decadente y preciado por aquellos que no reconocen el suelo que pisan. Pero el vuelo es demasiado incluso para la vida, tenemos que huir, tenemos que generar las brisas que habrán de sacudir la sangre del hombre en las batallas del suelo invadido, tendremos que inspirar la prisión y violencia de un hombre que busca a su animal interno y que lo anime a recorrer este universo de continente, original y subyugado, como la posibilidad de realizar los deseos sin esfuerzos, metafísicamente, metalingüísticamente, patafisicamente, ignorando las prisiones del amor y la mente, de las precarias relaciones humanas (la guerra parece ser el único lugar útil de la lealtad) y nuestra vertical relación con las otras razas y lo escaso, lo mudo y lo muerto.

Tuesday, September 22, 2009

22 septiembre, madrugada y sueños

I

Una noche desesperada. Reminiscencias de 2do medio: Bárbara Havliczek atravesando la habitación de lado a lado (su cuerpo pequeño, mi cuerpo pequeño…ahora recuerdo abrazarla con su buzo y levantarla entre mis brazos, su risa ahogada y constreñida), mirándonos siempre, la compañía anunciada en las antiguas novelas rosa, distante e inexorable. Brutales gritos infantiles y confusión. Una oscuridad galopante. Quebrar unos vidrios y descubrir el ritual: niños menores de 7 años, calvos, dándole sexo oral a un sujeto que no alcanzo a reconocer, y de ahí el laberinto directo al mal.

Perseguido por demonios que parecen habitar exclusivamente mi cuerpo, la fiesta sigue, el show continua.

Cuesta abajo rodando con dos pequeños calvos, desnudos y dientudos, que debo eliminar.

Todo acaba abruptamente.

Y volviendo a casa de Bárbara en la mañana, realización inmediata de estar soñando. Me persigue un tipo vestido de cura, con una sotana larga y ojos volcados sobre sí mismo. Trato de despertar desesperadamente haciendo muecas con la boca y parpadeando efusivamente, pero el tipo aparece en todos lados. Y a punto de saltar por la ventana y lanzarme a la muerte (una casa probablemente porteña, escaleras de 177 peldaños, suelo de madera, trapos y jirones de ropa colgando de pitas desde una ventana a otra) repentina realización de que lo único que toma es creer en Dios, realizarse en él. El tipo me coge de la espalda, clava sus manos en mi pecho para arrancarme el corazón y por primera vez (en mi historia del lado diurno) la cercanía de Dios, pensar en él con tanta vehemencia para luego despertar y lograr salvarme del cura heraldo del mal.

La cita no es así, pero en fin: “no le tememos a una esfinge que soñamos, soñamos una esfinge para explicar el temor que tenemos”

II

Desde lejos observar el océano, desde una arboleda fundida con la costa que es el paisaje que más agradezco, en compañía de alguien que bien podría ser Cristóbal o Martín Gaete, mirando el océano dibujado verde extendido hacia el final del mundo. Algún sentimiento terminal, la compañía y la soledad y los colores pirotécnicos. El océano se levanta atrozmente sobre la costa, olas de 100 metros que arrastran a la población con finalidad eugenésica. Tan fácil como tomarnos de la mano con Cristóbal o Martín y hacer presión con los pies sobre un gran árbol inamovible que nos salvará la vida. Todo ha cambiado en la Tierra. Mientras observamos el océano recogerse sobre sí mismo y la gente exhalar desesperada frente al día del Juicio, los días se suceden en minutos, eclipses lunares, solares y la aparición de los astros como si se tratase de un hombre detrás de una cortina con un gran equipo de iluminación. Obvio, saqueos y vuelta a la vida salvaje sin pensar en reconstruir la sociedad, y eso me preocupa. Desde arriba del cerro entender que ha comenzado una nueva Era. Encontrarme con casi todo lo que amo, gente que no sabría nombrar y estarse bien, pero un vacío incomprensible. Hasta que desde la costa, borracho como mi sueño iba a suponer, sosteniendo una lata de cerveza emerge Nicolás, yo tan agradecido y tan perplejo lo abrazo y pienso que ahora realmente nos han dado otra oportunidad.

Pero él no se conmueve.

Wednesday, September 16, 2009

exodo

cerca de mi casa un río recuerda miserablemente el Santiago precolombino

ese es un buen lugar afirmamos, cuando fumábamos marihuana cerca

nos agradaba esa neblina y los cables que decapitaban el paisaje

no gustaba el río, su cauce y la posibilidad de arrojarnos

unos a los otros

para que no nos perdamos el cielo


Me pareció tan natural verlos ahí, de fondo

las respuestas las traería el viento…


La elocuencia de ciertas voces, desde lejos enumerar

las bellezas extraordinarias (como ídolos y aves exóticas) de la Patagonia


(allá al verdadero rechazo del otro, encuentro de uno, otro tipo de poesía pero tendría que descansar muchos años antes de volver a tipear, saciado en el desierto transparente)


Me pareció pertenecer a una raza humilde, hedónica y sencilla, pero a ellos les traerían el amor, el trabajo y la verdad detrás de los intentos por abrazarse; para ellos las promesas del Este…y era natural que yo los observase desde lejos, para luego gritar la euforia de las mujeres y mi corazón triturado como textos descompuestos, como el verdadero sonido de la muerte insinuada en el encuentro de nuestros ojos, los tuyos, foráneos y los míos volcados sobre si mismos


Y te cubres, tienes miedo, te escondes y rechazas y no quieres que nadie toque tu mierda, mientras la esperanza se camufla en las emulaciones de Dylan, Cat Power, el verdadero descontento es que te jodan con tanta posibilidad de redención porque no habrá cóndor que desentierre mis pies del cemento


Me pareció por fin que me volcaría sobre la alfombra rectangular y arañaría los pies de mi mujer suavemente, los lavaría y ella me llevaría a la cama en sus brazos, como lázaro, como Rimbaud invocando a jesús, me pareció que todos eran mis amigos de otrora, en ese cerro desdoblado sobre mi pasado me pareció haber encontrado una cavidad, una gruta o un camino, un agujero profundo y directo hacia el tiempo y envejecía en paz, y me oxidaba y descansaba sobre mis ilusiones de poeta menor que es todo lo poeta que llegaría a ser


Me pareció también que llegarías pronto, y un ave rapaz haría círculos sobre nuestras elegías para levantarnos al único cielo que le corresponde a nuestra clase de humanidad


Cuando haya acabado espero alguien me perdone.


es prudente inmacularse de la forma de la historia

de a poco

olvidarse de los padres

como si no estuviese pasando

avanzar

(o la dirección que decidas)

de un lugar a otro, de un tiempo a otro

sin la plastificación inmediata del hogar

sin conciencia de tu utilidad en otros

Tuesday, September 08, 2009

( )


Las palabras de Marcos: último ejército por la libertad. Las voces de mi generación dormida en la realización de sus vidas, tan de ellos, apropiándose el derecho de ser quienes deseen en un mundo dispuesto para aprehender, coger, asir y calzar en el tiempo y los cuerpos, y en ello el deber de su arte y de sus propósitos. Las voces de quienes admiro redundan en lo miserable que he sido en posponer esa decisión. Marcos, su voz parsimoniosa, casi infantil, relatando el no hay tal lugar, que es mi hogar y el hogar de la noche latinoamericana. Quisiera comentar ese momento donde me di cuenta que estaba solo y nadie miraba mientras yo revisaba si la sangre llegaba a mis manos, mientras aceleraba y volvía a esta casa con la intención de escribir, subrayar que existo ¿Para quién? Para comprender, en la soledad y su comunión con lo místico, la presencia de lo otro. ¿Qué es ello si no la muerte y el horror? – no hay poesía después de ciertos eventos – que son una bolsa al aire, la prefiguración de la muerte de mi gata, un beso anunciando el deceso y la divergencia que ocurre entre cada persona. El mundo allá fuera se extiende como una propuesta sutil de energía y vida; desde lejos, la cordillera y los colores pirotécnicos de los que se baña en las tardes santiaguinas. Pero tengo demasiado claro mis mecanismos de esperanza, esos colores, las arterias que se desperdigan desde Santiago hacia el mundo, hacia el tercer mundo que es el único mundo importante, tan claro como para poder sostenerlo y sostenerse en ello, pero ya imposible. Una borrachera decadente de existencia pastosa y lúgubre, oscura, órganos que aparecen nauseabundos desde el orificio de la boca, y sus historias como quizá el último delgado filo de la existencia de vuelta a ella misma lejos de las palabras que acribillan y mutilan la intención final de acercarse. El barco está realmente ebrio en un mundo de castidad y sobriedad, y han depositado a los dementes sobre él a vagar entre los mundos que proliferan de industria y cultura, de mierda y encantos. Gustos ¿Qué son ellos si no la reiteración de la angustia? Y cuando ella desaparezca…de vuelta a las ficciones nimias, los poemas conmemorativos, la reincidencia musical, las banderas, la perspectiva fragante, la lucidez boicoteada. Marcos, el suicidio como Juan Salvador, después de ello el frio o el calor, la experiencia y la esperanza. Repetir las mismas condiciones de la muerte, títulos y el nombre Kerouac como muescas en una ballesta, y posponer la decisión. Habrá sangre y habrá hambre y habrá un final, y todo volverá a ser como antes. La novela tendrá un final, en un bus de vuelta a Santiago escuchando la fornicación de dos desconocidos. Pero yo estaré ya muy lejos, incluso de mi mismo. Y toda mi poesía será una gran tangente al círculo egótico de profundidades insospechadas, cuyo fondo de vida latinoamericana es el roce final con la existencia que no es: un tipejo medio oscuro, medio europeo, medio afroamericano, medio psicodélico y medio triste, que sabe hacer reír y sabe relatar y sobre todo sabe mentir, y en ello asomará alguna posibilidad de verdad que alguien verá, para elocuencia de su dolor y perpetuación de la lucha.