Friday, September 05, 2008

al final, la muerte.doc

(en una ventana)

Es alienante habitarse, mejor

ser indiferente al hombre

y sensible a la naturaleza

K en mi auto

conduzco ¡El Viento!, nadie sabe cómo llevo este auto

por fin

curvas, curvas

necesito esa mujer ahora y nada

10 minutos más tendré que llamarla Juan agarrotado a mi lado

¿Esto no durará para siempre, no?

irónico nuestra demencia distendida de semanas

llevamos manejando más del tiempo de nuestra imaginación


un segundo ahí, tener que invocar los malos pensamiento

mientras la boca se contrae y la ciudad empieza a vibrar

¡Cállate!

descubrir mi pulso

poesía para descubrir mi pulso

(y después mentir en las ventanas

llamarle de otro nombre a la existencia

y calar la música en todos los ángulos)


esta ciudad es idiota nos deja transitar por todas sus arterias

mientras nos mantengamos en el auto

me digo – hay que estar demente, hay que estarlo –

de otra forma no avanzaremos un centímetro


masas informes desde el vehículo, la concomitancia de unos textos

texturas, polifonía y afrodisíacos

entretejiendo la araña Pollock, las definiciones de nuestra amistad

¡Lira!

¡Ash Ra Tempel!

recorreremos este mundo con nuestros informes sobre la decadencia


era mejor que siguieras al sol, su cumbre

era mejor que ahora recogerse en los cuerpos y tazar

la medida de la saliva y el semen

el alcance de los segundos petrificados por el alcohol


¿Sabes?, ya todos están ¡Muertos!

ya la prosa atropellada, nosotros calzando este auto

y la poesía ante de sus letras las figuras y dejarnos ¿Dónde?

no importa mientras nuestro hedonismo

¿no importa? mientras nuestro hedonismo


la verdad no atisbo lo que sea necesario

nos acercamos al zoológico queríamos llegar al cerro

nos alejamos del zoológico queríamos llegar al cerro y todo el tiempo

estuvimos tras otro y otro asfalto

nuestro cuerpo nos fue abandonando atrás mientras las figuras rendían el tributo

de entregarse movedizas y carismáticas

como para sacarnos de la carne, volatilizarnos

y cada segundo

nos oxidábamos.

No comments: