Monday, June 30, 2008


Sobre todo si me estoy duchando; me tapo los oídos y escucho el rumor del agua contra mi cabeza. Pienso en una caverna o un manantial. No puedo encontrar el orden en ello, el orden o la desesperanza; esperar un rato en la caverna a que se desgaje la presencia, pero ya estoy en otra parte, secándome o escribiendo. Mi cuerpo desnudo; tomo mi cabeza y la apoyo contra la muralla mientras el agua golpea mi espalda, me digo no tengas miedo, no tengas miedo; lo repito sin estar en las palabras y siento un cosquilleo perverso en la punta de mi glande que anuncia una muerte. Por la cresta, estoy paralizado desde la primera intención del viaje. Y lo he dicho tanto, quizá lo he ahogado. La culpa no la tienen las mujeres dice Dean Moriarty, la tenemos nosotros. Por eso aquí sentado el deseo de ver a alguien o que alguien me llame; preocupaciones, solicitudes, abrazos. Quiero que se acabe el miedo a todo, el gran diccionario que prefiguraban mis poemas después de W. En ella encontrarse a sí mismo, la poesía como lo único aparte de mi cuerpo presunto. En esos momentos yo disfrutaba de la posibilidad de decir todo, y escupía palabras densas y hablaba de anos flagelados y pequeñas niñas violadas. Ahora, antes, duchándome no me excito, y si decidiera masturbarme nunca tendría un orgasmo. No sé si alguien entiende de lo que estoy hablando. Castrar a los hombres los paisajes de vapores y la luz tenue que se cuela por las mañanas, los días soleados la cordillera frente a la ventana que me despierta todo los días. Los lugares me habitan, y es terrible no poder posar los ojos más que un momento y luego olvidar, dar el siguiente paso, buscar la próxima entrada a la vida que será una puerta cerrada de antemano si antes no olvido el miedo, no lo despedazo en la posibilidad casi como un fractal de vidas agonizantes y desprecio a la estancia. Hace unos años comprendí que crecer era un mito y el movimiento (la pirámide cartesiana) es una solución que yo descubrí engaño. Me dijeron estudia y lo hice; fui el mejor. Luego me dije lee y lo hice; desperté todos los días y mientras los topos de la Plaza Ñuñoa salían de sus pequeños nichos subterráneos con cara de que la vida los había abandonado (como el viejo Bull Lee después de la enfermedad “el cuerpo prestado”) yo presumía que estaba creciendo en los acordes del enfermo Johnny Carter o la miseria de Horacio, debajo de un puente recibiendo una mamada de una cualquiera llorona y hermosa. Pero nunca las cosas fueron así, nunca la miseria fue hermosa. Se busca; cuando uno llora de repente ve a Dios en sus murallas y nuestras rodillas dobladas y cuerpo estremecido obliga a pensar que hemos tocado el cielo, pero solo cuando abandonamos la esperanza para luego ceder a la entrega. Tengo tanto miedo de que Dios me haya abandonado, de que las cosas recen por su nimiedad y nunca encontrar lo salvaje dentro mío: las aventuras del brazo, parado en un lugar recitar a modo de soliloquio automático “ baños, en todos lados letrinas” solo y austero, y recordar y evocar y no encontrar nada atrás más que el impulso reciente de decir un poema…


CHRIS

What if you saw me running into your arms…

Will you see then…

…What I see now?

Friday, June 27, 2008

saigon.doc

ya basta, estoy corriendo al sur de Saigon.
mi correría (mirando las estrellas el miedo) es fruto de la guerra
y cuando había descubierto municiones al fin, o granadas para liberarme
empezó a moverse el vehiculo y me paralicé
aún llevo mi mochila, mi billetera en el bolsillo izquierdo y mi celular en el bolsillo derecho
salto, cuando el rostro oriental se deposita a centímetros del mío
“a lo salvaje”
transito de estaciones, humedad y cataratas
todos los paisajes como mis deseos lúcidos
nunca había cruzado un río que metros más allá terminara en caída libre
y me sujeté de una especie de fruto como un zapallo que me llevó al otro lado
rocas, el borde de Valparaíso
atrapado por la naturaleza y mi forma vulgar
un soldado más
que corre porque fue entrenado
me espera una ciudad y dos orientales que quieren asesinarme; al parecer me perdonan la vida porque les dejé mi mochila
pienso en mi libro de Jack Kerouac y mis poemas de Perú, y quizá también en mis lentes
pienso en ellos y el miedo gana junto con el desapego; hay que correr
ahora por un campo de trigo y pienso en el joven Rimbaud con sus pies heridos
no hay miedo a las heridas, nada peor que la muerte y no la deseo
campesinos: la mejor forma de llegar a Saigon es correr derecho, como Jodorowsky sobre techos y rejas
y voy cruzando mi sueño lúcido
terminándolo, donde podría dormir en el pastizal y darme tres años para descifrar las estrellas y saber donde ir luego
el gesto más atroz es revisar si aún porto mi billetera y marcar el numero de Clemente “ocupado”
pero soy yo, ok; no hay otra cosa
más que el miedo y estos paisajes abiertos, hermosamente lejanos e inconclusos
un pastiche de otros titulos y líneas

de muerte, debajo de todo océano…
sobre unas escaleras buscando mi misión
vuelta a casa como el joven Rimbaud pero decido despertar ahí, cuando he dejado los paisajes atrás
cuando ya el miedo se habita
y no se suda en la sorpresa.

Monday, June 23, 2008

we have just left shore when everything began to happen at once.doc

59 mails; ok. Comienzo o precipicio de algo. MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO como un amor. La luz afable, como en into the wild; la luz afable que te deja huir de escribir. MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO MIEDO como tú Futuro. Entonces solo, el desierto se llama esperanza. Letras como sonidos en ketamina; conjunciones y la muerte un puro pulso.

FLATLINERS

La idea de morirse y volver. Todo el rato las letras como sonidos en ketamina.
que, extraño
no elimina el vértigo. Extraño no elimina el vértigo.

Luego me masturbaré con mi pornstar favorita: Tory Lane. Wild adventures into the sea pero estoy pidiendo una vela, citando a Rimbaud y lo obvio; todo al mismo tiempo por que hay que decir

Y AHOGARSE

Friday, June 20, 2008

la ribera santiaguina se llama poesía, a veces.doc

La costa se funde con la arboleda que acaba al final de un acantilado. Hay un árbol que debería estar muerto porque nace desde una roca. J. sugiere que subamos y bebamos allá arriba. Hace un frío trepidante; las nubes se mueven con una velocidad que no señala el viento de abajo: caliente y débil. De seguro va a llover, digo, recordando las premoniciones meteorológicas de mi madre. Me he prometido estar más atento al tiempo, estoy seguro que encontraré claves en él. J. balbucea los nombres de diferentes dioses; está drogada y tiene hambre, siempre se pone a hacer ese tipo de asociaciones cuando tiene hambre. Yo comienzo, mientras bebo de un vino tordo, nuestro pequeño juego de incoherencias. Te sientes acantilado le pregunto, no, me responde; te sientes ventana le pregunto, no, me responde, y así…Es porque lo podemos ser todo bajo el sol cubierto, ahogándose la luz y nuestras vidas en el poco ímpetu que nos queda cuando nos alejamos hacia nuestro hogar. Estamos volviendo a casa, como todos los días, caminando por estas calles recorridas y admiradas, donde ya no quedan adjetivos. El desierto se llama esperanza. Tenemos tanto miedo J. y yo, tanto que es mejor estar ebrios cada vez que tenemos la oportunidad; de otra forma calzar y caminar y toparse de vez en cuando con lo incomodo de un nombre vulgar; enmarcar las situaciones en sus pequeños dramas y distinguir protagonistas, todo desde nuestro pequeño asiento de seres vivos.

Escucho mi nombre; siempre me ha gustado que me llamen por él, me devuelve algún sentido de identidad que perdí durante la adolescencia. Estoy imaginando y presintiendo una costa azul verdosa, de nombres particulares que significan una metáfora concisa de la vida. Vista sobre rocas y azulejos, títulos infames de peluquerías y bares. Todo es asombroso hasta lo impensable, donde se acaba todo. Cuando ya no puedo sentir que J. me llama, cuando la he olvidado me entristezco. Somos compañeros eternos en tanto ahora somos los que nos disparamos las mentiras del compartir: los gustos y predilecciones, la borrachera que inevitablemente nos guiará al sexo (porque somos solos y necesitados) y la miseria que nos enseñaron los libros sobre deambular con el hogar a las espaldas; vuelta a casa como joven Rimbaud. No queremos leer más no queremos escribir más, ese es el comienzo. Eso hablamos esa noche con J., sobre nuestras esperanzas y deseos: casi todos figuraciones del futuro y los otros. Nos dimos cuenta que estábamos equivocados y nos enamoramos. De inmediato tuve miedo de perderla y le dije que la olvidaría y ella dijo que bien, que no había otra respuesta y no que no esperaba menos de nosotros aspirantes a la inteligencia. Nos reímos, en nuestra vanidad lloramos y bebimos. Estaba comenzando algo fantástico y su compañía era todo lo que necesitaba, y cuando me la quiten volverá el grito y el acto del cántaro y entenderé que estaba solo, malográndome en la gente, olvidando el espacio y los espacios y todos los ruidos y los colores y las cadencias y todas aquellas cosas que realmente hablan del tiempo. Y recordaré que el dinero es la compañía y que la compañía (J. y todos) son la plusvalía que ya no quiero valer. Quiero oler y saborearme y emprender el camino literario más atractivo solo por evitar el silencio, porque no es más que vacío lo que he escuchado, desde mi nombre hasta los puntos.

Wednesday, June 18, 2008

Timothy Leary meets Ash Ra Tempel





for all you ACID HEADS

learn a bit, fuckers...

writing spots.doc

la esquina de una pieza
la pieza en una casa y su dirección

ubicarla, luego
la gente que la camina o sienta
sus asientos, la calma…no entiendo
no acabo de entender el lugar

un aburrimiento
escucho que hablan de alguien
una persona que se comporta extraño
tengo que contarla

después de todo no se puede negar el eco ni el espacio que todos habitan

su casa
sus presuntas adicciones
sus hábitos y el talento
anulado

y no porque queramos; todos nos enfrentamos al otro como si estuviese m u e r t o

Monday, June 16, 2008

del otro lado.doc

¿Qué será de C? No lo veo hace días. Me he enamorado de una pequeña que hace cheers en Andrés Bello por el dinero que los automóviles deseen darle, aunque su cuerpo marque toda la plusvalía. Recuerdo a C cambiándose de pista en la misma calle de un carril a otro y así hasta llegar al último, llamándolos a todos “pequeñas ratas” o “cucarachas”, no lo sé exactamente. Para el caso da igual; son los animales salvajes que proporcionan el alimento a la amazona cheers a caza encima de su caballo y el arco sobre su seno amputado. Todavía no tengo el coraje de hablarle a la chica pero lo haré de todas formas; en cualquier segundo ya lo he hecho y da lo mismo. Es una chica asombrosa, exceptuando ese gusto por las zapatillas aerodinámicas y la falta de una caminata deslizable. M siempre caminaba con los hombros adentro, como una pequeña señora a priori; nunca fue algo que me gustó. Esta chica no, camina como flaite, quizá emulando a sus compañeros que la levantan y sostienen del trasero mientras los oficinistas y alternativos viajan al centro de la concordia: Providencia. De todas formas me he fijado en ella como llegué a amar a M, que nunca cumplió con los requisitos superficiales con los que uno se enfrenta a alguien pero me atrapó, a fuerza de algo más básico que el amor: el doble, el espejo, yo necesitaba calma-de-mi-mente y ella era todo lo liviana que podría necesitar. Lo mismo la amazona “presintiendo la vela con furor”; su pelo elevándose a la altura de los semáforos y desde ahí el autentico momento de libertad castrado por su mano morena paseándose por retrovisores y ventanas, intentando por fin el contacto visual y las gambas para no sé qué chucha. Lo bueno de C es que se reiría de todo esto y al final el asunto será sexo, sin cabida a las otras palabras: el discurso sobre la mesa, “ve al grano”, You wassap shorty wanna get together. Y explotaremos en risa restándole gravedad a nuestros cuerpos. Todos los adjetivos y las situaciones sociales, la prefiguraciones. Sería algo entre nosotros, me diría, cuando pensemos en los dos follándola él por atrás y yo atorándola con mi pene, con su sonrisa particular de cuerpo agotado pastillas y restricciones. Pero cuando le hable a la chica yo estaré enamorado, esa es la fabula; el corazón aumentará su pulso y toda la vergüenza se me irá al estomago mientras las imágenes relámpago buscarán mi retroceso (mujeres incendiándose hasta el hueso, el limite de las enfermedades, correr de todos lo que conozco, abandonarles) pero no serán suficiente. Sucederá pronto, no importan las advertencias; terminaré con la amazona en una cama.

Monday, June 09, 2008

Nuevo documento de Microsoft Word (18).doc


Como definir el laberinto que nuestro dinero podría pagar. La geometría y su ruptura en formas vivas; las caminatas que asesinarán el tiempo, todo el propósito de la fotografía. Me atrevo a las formas, en ellas agazapada la felicidad. Paseo con Vincent. Transito desde mi casa a los propósitos. Puedo utilizar con toda libertad las palabras. El día especial, hoy. Todo comienza con masturbarse en la mañana; continuar majaderamente la película. No confió en C ni en Z. En ello lo real que alude, la confianza de que nos estamos mirando el corazón. Cada día que sucede tengo más ganas de beber pero es solo una metáfora. Lo que despierta es un placer solo parecido a nadie; la música y el color, su velo de novia. Le pregunté a Z si se tomaría una piscola. No lo entiendo cuando me responde que no. Qué es el día qué es la noche para quien quiere tomarse los espacios públicos. Yo habito en el tiempo en que me quiero ir. “Presintiendo la vela con furor”. Las estrellas te hablaron de los días nublados y el mar en los cuadros de Vincent no es ninguna calma. Trabajar como un paréntesis para luego deleitarse en los espacios propios, los sitios (de situarse, de otra cosa detrás del lenguaje que realmente diría situarse con prepotencia gregaria) que podemos navegar, cada imagen que por fin ya no es otra. Hoy no me aburrí de la TV, quizá porque estoy drogado, pero los girasoles parecieron precisamente aquel que moría con un peso gravedad y por mientras no hay otra cosa. Entonces volverse una bestia. Nerdentales sufriendo el porvenir nefasto que secretamente provocaba las estocadas grises de una nube baja. Eso es poesía sencilla, como unas vocales. Sencillo de vuelto, de devuelto a la tierra. A la tierra sus colores y sus palabras. C a sus olas, cabalgarlas bajo los influjos lunares; en la costa la sangre secreta de una virgen que advierte que sus padres no están en su casa. C y su tabla, deseando estar borracho y no pensar en la edad y su cuerpo recorrido, calado como el espacio invisible que surcan las corrientes submarinas. Una noche donde alguien duda y enreda su pierna en tu cadera. No eres tú el que quiere irse mañana, es el día. Y temprano las olas, en común la marihuana y algunos autores. El pelo más salvaje, los alientos más añejos; la hermosa prefiguración de una ducha juntos. Puedes salirte antes y desde el w.c recitar, evocar la tristeza de la pornografía infantil. Ella va a escuchar no por que se lo pides (porque se lo estás pidiendo) sino por que es necesario y está en el aire; eso que llamamos nuestra afinidad, una resonancia molesta del otro. Esa mañana será de ustedes porque se recuerdan la miseria en la ausencia y son capaces de reconocer inmediatamente aquello que no-está-bien mientras mantengamos el amor. Mientras no me engañe y tú no seas ese girasol que aún caer perpetuo sobre la tierra.

Saturday, June 07, 2008

...re: into the wild.doc

Momento de derivas. A Zeta, en los 50’s, lo hubieran apaleado en los bares de Nueva York por desafinar los pianos. Acabamos de realizar la primera escena de nuestra película; no es nada especial, solamente Clemente durmiendo con una sonrisa que está a punto de florecer y a nosotros nos emociona cada pequeño cambio de su semblante que sugiere otra parte: una pequeña explosión de máscaras y preguntas. Le pregunto a Zeta si soy yo el espacio que ocupo; “este es un buen tema” dice, mientras coge un cigarrillo y su pelo enuncia otra libertad parecida al semblante trepidante de Clemente. Yo estoy ahí, me digo, en todas partes y solo. Es maravilloso. Tengo ganas de salir a cualquier lado y de estar solo, que el pasto me resfríe o peor. Hemos jameado un par de horas gracias al alcohol y la marihuana. A mi se me ha dado el spoken word y el guitarreo. Clemente no logra incluirse hasta avanzada la sesión: el ego de quién no toca instrumentos o el ego de Clemente a secas, da igual. Quiero narrar esta noche y eso hago. Mi voz despierta desde todo lo que soy y he trabajado. La historia es únicamente el momento de incidencia del pasado, lo demás son palabras conmutables, juicios de un ojo sobre otro. “Yapo guatón, relaja”. Zeta conduciéndonos por escalas orientales y caminatas hacia el fondo del Taj-Mahal. ¿Lo sabrá? Quiero saber que sucedería si todos supiéramos la incidencia retórica de nosotros y el campo magnético que nuestra voz sugiere. Es iluso pensar que si el gaffer está colgando de un brazo sosteniendo un tamizador el documentalista no lo va a ayudar. Documentar el lo más fiel a mentir. Todo lo demás es una mentira encubierta; no hay escupos a la cara, no hay besos redimidos, no habrá otro encuentro. Hasta lo salvaje. Agradezco mi pelo largo que es alegoría del viento. Tu sabes, el viento, como tú al final. Agradezco la nueva oportunidad que cada día se me regala.

Thursday, June 05, 2008

re: into the wild.doc

Happiness only real when shared” o algo así. Si dijera nombres no es la vida que viví: los cerros infinitos y las grietas de las iglesias donde tantas arañas fueron mis victimas. Me dediqué, alguna vez en una fotografía, a cazar alcayotas para premiarme y que mi madre hiciera mermelada. Pero no llamarle bestiario; toda nuestra experiencia es limitada. Nunca he pensado mucho en nadie salvo que sea mujer y la ame, que es como pensar en mí mismo. Parece que nada lo he vivido con la intensidad que a veces brota de las líneas y las naranjas; toda la superficie lisa donde la inercia es el amor heredero de los siglos y la historia, sin el polvillo de un color que no se me ocurre, un cielo quebrado por el final.

Los días se acaban y se suceden. La mayoría de las cosas que uno puede decir son básicas. Nada nos enfrenta. Ya sé por qué siempre le he temido a los personajes y por qué voy a escribir ese libro. Un buen consejo sería tener un buen plan de contingencia y armarse de inteligencia, leer, sorber y saber entregarse a las diligencias. Sería atravesar el cubo de cristal como decía Cortázar, pero desde dentro de él. Cuando ya has tenido más de tres conversaciones hitos, las noches donde alguien parecía inmanente y uno anclado a ello, dándote forma en tanto ese momento es un eterno fumar cigarrillos y comprender otro gajo cultural que el otro ilumina, cuando todo eso ha sucedido más de tres veces hay que atravesar el cubo hacia fuera y denunciar que los árboles se repiten.

Pero ¿Cuáles son las medidas del ego? ¿Los ingredientes?. Hasta qué punto responderle a alguien que la roca donde está sentado representa todo lo posible de lo que podemos ser. ¿Por qué? ¿Porque he visto aquella película? ¿Porque he leído a b o c libros? No, la decisión de ilustrar debería provenir de un desnudo abismante parecido a la muerte, pero que nos acerque dramáticamente a ella. Y lo digo porque me parezco a ti, solo que he leído otros libros, he visto otras películas, he tenido otros padres que me han jodido y no. Otros de lo mismo. Otro de los mismos.

Tuesday, June 03, 2008


"sabía que durante el camino habría chicas, visiones, de todo; sí, en algún lugar del camino me entregarían la perla." On the Road, J. Kerouac

Sunday, June 01, 2008

hipo.doc

De repente empiezas a hablar como si no te importase; “no cachaba mucho” entonces te pregunté si te había violado. Me dijiste que no, luego no sé, luego que hubiese sido divertido sin la d. Yo imagino un dolor, lejano como cualquier revelación. Una de las cosas que diría el doble: “persigo una sombra y cae una hoja, ¿Qué es eso? Palabra. Si lo es, entonces una transformación, vacas aladas y tú". Hoy esperaba que W y Juan se saciaran con unas pizzas y desde ahí el desapego, que no es sentirse solo, pero por fin el plano desenfocado, desde lejos un rostro que lleva de una cadena a un labrador y está bien; desde lejos un mujer estrecha, de ojos negros y pelo animé, pornografía de inmediato y está bien. Los lugares de mis sueños son los lugares que me dedicaré a narrar. Llega un punto donde la decisión es la correcta. “Sí estuvo bacán Alberto” y yo pienso que después del acento debería ir una coma por que lo acentuaste, como yo acentuando los sí desde un habito parecido a los ademanes de mis labios y nuestra forma de besar. Cada día que pasa me gusta más como escribes y eso es perfecto. El lujo de utilizar la palabra. A veces siento que estoy tocando el piso, puedo decirlo y es perfecto. No te olvides que nadie calza en tus palabras. No te olvides que Lihn dijo que la m u e r t e solo la alude. Quiero que le pongas color (tu sabes de lo que hablo) por que ya has llorado mucho.

cleme jamming.doc

by Indian Clemens

Suena “all i wanna do is make love to you” bien fuerte; hay voces, risas, conga. A mi viejo le acaban de poner un wiro en la boca y fumo desde los dedos de un pelao loco que nunca había visto en mi vida, que esta bien tostado y que cuenta historias donde nombra gente de apellidos cuicos o weones conocidos; el típico weon que se alumbra con esas estupideces, latero, quizás medio jalado. Se saco 2 wiros hace un rato, buena onda. El que si esta como palo es el pancho Rodríguez, un guatón que esta sentado en el suelo frente al equipo de música que el mismo trajo, junto a muchos discos del año del pico, que el también trajo. El weon a puesto el tema ya 2 veces, creo que me tiene chato, es de viejo duro rancio que le canta a su señora que obviamente lo dejo por jalero y piante. Prendo un pucho, quedan pocos. Bomb. Vuelve el MP*. Vuelve brusco, armé partes del puzzle, pero el puzzle está feo. Está feo y esta borrado. Me incomodo aún estando solo en mi pieza. Los viejos tostados de afuera me ven tipiar; creen que estoy mas pegado que ellos, no saben nada. Mi viejo esta feliz, es su primer cumpleaños desde que vivimos juntos. Siento que quiero estar acá. Pienso en el polvo; me dan ganas de llamarla y salir corriendo, hacerme el loco con la gente y virar; la mina lo quiere igual que yo, lo sé.

Anoche estuvo mal, estuvo feo. Hasta donde llega el eterno coqueteo con la wea y la tontera de las drogas, como salir de ahí, como salir de la película, me paso rollos, me gusta. La caña de chela se pasa con chela, me digo. No me quiero quedar pegado acá; queda poca gente, esta el Cone, quiero compartir con él, me siento mal por que nunca he ido a ver a su hijo, solo una vez; el tomas ya tiene 3 años me acaba de contar. Me despido del tio Igor y me pasa algo cuático: me habla de mi tio Rodrigo, del tigre, del mítico, de mi persona favorita; me pide que le mande saludos, muchos saludos, me lo dice con un tono de pena y complicado, como si el no pudiera hacerlo, por algo, por algo que paso hace tiempo y cree que yo no lo sé, pero se equivoca. El tigre me contó hace tiempo que tenia beef** con este weon, habló super mal de él, dijo que era un promiscuo y puras weas que me dejaron pa adentro. Busco a mi viejo, esta re contento, cagado de la risa, me río yo también con él; tenemos un momento, con su mirada me agradece que este acá, que no me haya ido. Me acuerdo del polvo y me siento cero soul. Le pido su celular para llamarla, me dice acercándose que está en el 2do cajón de su closet. Voy a su pieza, abro el cajón y veo su billetera, las llaves de su auto y su celular escondidos debajo de la primera camisa. Me angustio. Afuera esta toda su gente, sus mas cercanos. Me da pena la situación, por qué habría de fondear sus cosas… Me paso rollo al toque, empiezo a buscar caras, a buscar respuestas. Por qué chucha entré en esta onda; no me gusta, cambió la volá, prefería cagarme de la risa con todos los viejos tostados pero ahora estoy en esta. Filo, prefiero dejarla pasar. No puedo. Voy a mi pieza; fondeo la radio y los caños, tay vivo.

* : Macro Pain: Caña moral

** : Beef: Riña

to my beautiful contemporary, Haviera

from Theodore Roethke en 15 poetas norteamericanos

I have known the inexorable sadness of pencils
Neat in their boxes, dolor of pad paper-weight,
All the misery of manila folders and mucilage,
Desolation in inmaculate public places.
Lonely reception room, lavatory, switchboard,
The inalterable pathos of basin and pitcher,
Ritual of multigraph, paper-clip, comma,
Endless duplication of lives and objects.
And I have seen dust from the walls of institutions,
Finer than flour, alive, more dangerous than silica,
Sift, almost invisible, through long afternoons of tedium,
Droping a fine film on nails and delicate eyebrows
Glazing the pale hair, the duplicate grey standard faces.