Nos hemos escuchado decir que ojala florezca la metafísica. Vacas aladas y tu Juan, hablando del final. Antes una confirmación. No mirar la hierba crecer entre adoquines sino algo de otro orden. Como tu infertilidad Juan, que extrañamente no te da tristeza. Y si la raza, los úteros, entonces eres de otro orden.
Pero la verdad es el minuto de la poesía: tu pieza, el computador de Paula y los discos krautrock. Tú solo, desde ahí, proyectado como un vendaval y los hijos que no tendrás son la naranja translucida.
Este continuo estado de espera.
Friday, May 09, 2008
juan.doc
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